No siempre es factible construir una vivienda tradicional, la Arquitectura modular industrializada se presenta como una gran oportunidad para cambiar y transformar nuestro modo de ver los espacios que habitamos.
Dentro de todas las posibilidades que los diferentes sistemas de construcción modular industrializada, prefabricadas nos ofrecen, nos encontramos uno que nos facilita bastante las cosas a la hora de elegirlo como modelo de edificación, ya que se trata de reutilizar para la construcción de viviendas, escuelas, centros médicos y asistenciales o cualquier otra necesidad, los contenedores marítimos, ya sean nuevos o usados, sean de 20 o 40 pies, lo cierto es que cada vez encontramos más y mejores soluciones para estos cubos metálicos que tras haber cumplido su función en el transporte de mercancías, encuentran una nueva oportunidad de ser utilizados antes de enviarlo a las montañas de chatarra.

 

     

En todo el mundo, nos encontramos con arquitectos e ingenieros que apuestan por este modelo constructivo, y los proyectos surgen de manera casi espontánea para suplir necesidades personales y colectivas, Holanda, Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, China, Japón, son algunos ejemplos de países que están abiertos a incrementar el uso de los contenedores en la consecución de proyectos arquitectónicos, parques infantiles, módulos para bares, kioscos, restaurantes, elementos urbanos, sanitarios colectivos, bibliotecas, centros de asistencia social, laboratorios, tiendas, pequeños mercados, edificios públicos y viviendas, son la base de este importante crecimiento a nivel internacional.

 

 

Su rígida estructura metálica le confiere un alto grado de seguridad y resistencia, las modificaciones, aunque a veces pueden resultar complicadas, merecen la pena cuando se ve el resultado final. Exteriormente, admite la colocación de fachadas ventiladas, fachadas pétreas, o simplemente pintadas, en su interior, podemos adosar los elementos necesarios para obtener una buena calificación energética a través de materiales como la lana de roca mineral, o cualquier otro aislante, así como la terminación en madera, corcho, yeso, permitiendo que las instalaciones puedan ir ocultas o vistas.

La naturaleza del contenedor, permite que podamos apilar en altura un número considerable de unidades, creando edificios residenciales, oficinas o cualquier otro tipo de instalación con la garantía de que estructuralmente va a tener un comportamiento excelente.
Su flexibilidad además nos deja crear infinitas combinaciones que pueden tener una carga de diseño muy alta y una funcionalidad exquisita.

Una forma de construir, más económica, limpia y que puede ayudar al desarrollo de sociedades que en la actualidad encuentran muchas y complicadas dificultades para ofrecer  viviendas, escuelas, hospitales u otros servicios. La facilidad de transporte es una valor añadido, ya que podemos desplazar los módulos creados de un lugar a otro sin esfuerzo, potabilizadoras de agua portátil, unidad médica de radiología, quirófano, cocina para grandes eventos, y cualquier otro tipo, que nos permitirá llegar a lugares recónditos, en los que la infraestructura y los medios son escasos.

Desde CIMPRA, animamos a emprender, a buscar soluciones y desarrollar productos que palien necesidades de toda índole.

HOY, CONSTRUIMOS EL FUTURO.